El Rey ha ensalzado en Bilbao, ante el lendakari Iñigo Urkullu, durante la entrega del II Premio Reino de España a la trayectoria empresarial a José Ferrer Sala, presidente de honor del Grupo Freixenet, « todo lo que nos une, todo lo que somos y lo mucho que compartimos, que refuerza nuestro camino de progreso ; que es un camino que debemos seguir trazando, todos juntos, con fuerza y con ambición, con ilusión y con determinación».
Don Felipe ha cerrado el acto, celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Deusto , al que han acudido, entre otras autoridades, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, el delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, el diputado general de Vizcaya, Unai Rementeria, y el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto. El premio ha sido convocado por el Círculo de Empresarios, el Círculo de Economía y el Círculo de Empresarios Vascos. Han estado presentes sus respectivos presidentes: Javier Vega de Seoane, Antón Costas y José María Bergareche.
En su discurso, el Rey ha referido que está en las manos de los empresarios, «en una buena medida, nuestro progreso económico». Pero también «para alcazar el éxito es preciso un entorno institucional », ha recordado, «en el que las autoridades se atengan -nos atengamos- en todo momento y con responsabilidad a nuestros respectivos deberes y obligaciones institucionales, y en un marco que ofrezca seguridad jurídica, respecto a la ley, confianza y estabilidad».
«Y todo ello», ha añadido el Monarca, « en el seno de la Unión Europea, que es ya un verdadero proyecto nacional de España , un proyecto que nos ampara y protege frente a las incertidumbres y que nos facilita e impulsa la superación de los retos a los que nos enfrentamos».
El Rey ha incidido en que el premio se ha entregado «en esta querida tierra vasca a un gran empresario catalán, José Ferrer Sala, que es al mismo tiempo un gran español. Y lo hacemos rodeados de amigos, familiares y muchos empresarios más de otros territorios de España». Así, ha subrayado, «confluyen hoy aquí tierras, personas, obras y sentimientos que integran, desde su propia singularidad, el gran patrimonio común de todos, la gran empresa que a todos nos pertenece y nos une, que es España ».
Los mayores creadores de empleo
En su alocución, el Monarca ha destacado del premiado su «espíritu creativo, capacidad para asumir riesgos, determinación en las decisiones, pasión por la empresa, espíritu de superación, formación de un equipo y trabajar bien con él».
Asimismo, ha puesto en valor la figura de los empresarios, «los mayores creadores de empleo en España, que es nuestra primera preocupación social. Porque con vuestra actividad contribuís, junto a los demás ciudadanos, a mantener y fortalecer nuestro Estado de bienestar, que es un pilar de nuestra cohesión social . Porque con vuestra actividad innovadora favorecéis la modernización de nuestgra economía, así como el avance tecnológico y social».
«Porque con vuestra proyección internacional», ha proseguido Don Felipe, «ayudáis al progreso de otras naciones y sociedades, contribuís a una mayor integración económica mundial a través del comercio y la inversión, y consolidáis así el prestigio de España en todo el mundo como actor global de mayor peso y relevancia, algo imprescindible en el escenario internacional en el que vivimos».
Urkullu: «el Estado, empresa común»
Urkullu, que ha precedido con su discurso al de Su Majestad, ha dado un cariz político al final de su intervención, donde ha señalado «diálogo y búsqueda de entendimiento» como necesarios «en relación al modelo de Estado». «Hoy se habla de reforma constitucional pero es necesario abordar esta cuestión desde los cimientos , sabiendo previamente para qué», ha indicado, y ha asegurado que esta cuestión se debe abordar «desde la apertura al diálogo y la negociación, la disposición al acuerdo y al pacto».
«El Estado debe ser una empresa común que reconozca su diversidad como una riqueza, que establezca un sistema de relaciones desde el reconocimiento y el respeto mutuo. Nadie posee la verdad absoluta», ha asegurado el lendakari. « Queremos un futuro compartido, con espacio y libertad para nuestra razón de ser . La clave es compartir la necesidad de negociar, la voluntad de pactar y la garantía de cumplir».
Por su parte, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha aludido a la entrega del premio Reino de España en el País Vasco a un empresario catalán como «una imagen que simboliza una voluntad de cohesión que nos hace más fuertes a todos ».
Ferrer Sala, en su discurso de aceptación del premio, se ha referido a este galardón como «el broche de oro de todos los homenajes que Freixenet ha recibido este año» por su centenario. Tras bromear con que su cava se diferencia del champán en que «es español y mejor», ha recordado cómo « el Rey Juan Carlos nos acompañó en numerosos viajes y ayudó con ello a la expansión internacional » de la marca.
Un empresario que «no solo ha sabido expandir, internacionalizar e innovar de forma notable su empresa, sino que ha logrado un formidable saber hacer en el desarrollo de un valor transmisible de una generación a otra », ha ensalzado por su parte José María Bergareche.